¿Alguna vez te has detenido a pensar en cómo una simple disculpa puede transformar nuestras relaciones y fortalecer nuestra comunidad? En Renfort las disculpas tienen un valor fundamental: nos ayudan a construir un ambiente de respeto, comprensión y crecimiento mutuo. Todos, en algún momento, necesitamos reconocer nuestros errores y ofrecer una disculpa sincera. Pero pedir perdón no siempre es fácil, y su impacto depende mucho de cómo lo hagamos.

Aprender a disculparse y perdonar puede convertir un conflicto en una oportunidad para fortalecer vínculos. Porque al final del día, todos queremos sentirnos escuchados, comprendidos y valorados.

¿Qué es perdonar?

Perdonar es aceptar que somos imperfectos y que, aunque el pasado no se puede cambiar, sí podemos elegir cómo seguir adelante. No se trata de olvidar, sino de liberarnos del peso del resentimiento y abrir espacio para el entendimiento mutuo. Según Enright (2001), el perdón es un camino gradual que requiere empatía y comprensión. Cuando perdonamos, nos damos la oportunidad de convivir en paz, de sanar y de permitir que el respeto florezca en nuestras relaciones.

Perdonar no significa que el daño nunca ocurrió, sino que decidimos no dejar que nos siga lastimando. Es un acto de valentía y generosidad, que nos ayuda a seguir adelante sin cargar con el dolor del pasado.

El poder de una disculpa sincera

Los conflictos son parte de la vida. A veces decimos algo sin pensar, actuamos sin darnos cuenta del impacto que puede tener en otros, o simplemente cometemos errores. Pero en esas situaciones, una disculpa sincera puede marcar la diferencia entre una relación que se fortalece y una que se rompe.

Disculparse no es solo decir «lo siento». Implica reflexionar sobre lo ocurrido, reconocer el daño causado y comprometerse a mejorar. Estudios como los de McCullough y Worthington (1999) han demostrado que el perdón reduce el estrés y la ansiedad, mejorando nuestra salud emocional y nuestra calidad de vida. Cuando nos disculpamos con sinceridad, no solo restauramos la confianza en nuestras relaciones, sino también encontramos paz dentro de nosotros mismos.

El proceso de pedir disculpas

Pedir disculpas va mucho más allá de un simple “lo siento”. Es un proceso que requiere reflexión, empatía y un compromiso genuino por reparar el daño.

El primer paso es reconocer el error y comprender su impacto en la otra persona. Para ello, es fundamental escuchar activamente y preguntar con interés: ¿Cómo te hizo sentir lo que pasó? o ¿De qué manera te afectó?. Esta escucha nos permite dimensionar el malestar, el daño o la herida causada a la otra persona.

Una disculpa asertiva no es un monólogo, sino un diálogo. No se trata solo de expresar arrepentimiento, sino de abrir un espacio donde ambas partes puedan compartir cómo vivieron la situación y llegar a un entendimiento mutuo (Percaz Four-Pome, 2008). Este intercambio fortalece los lazos y permite construir puentes de respeto y confianza.

Pero el proceso no termina ahí. Así como aprender a disculparse es clave, también lo es aprender a perdonar. Perdonar no significa justificar lo ocurrido ni olvidar el dolor, sino reconocerlo, aceptar nuestras emociones y, cuando estemos listos, soltar el resentimiento. De esta manera, transformamos el conflicto en una oportunidad para sanar y seguir adelante.

¿Cómo enseñar a los niños, niñas y adolescentes a disculparse?

Enseñar a disculparse comienza con el ejemplo. Los adultos, las familias y nosotros como growers (docentes), somos modelos para nuestras seeds (estudiantes). Si ellos nos ven reconocer nuestros errores y pedir disculpas de manera genuina, aprenderán a hacerlo también.

En ese sentido, es clave que los niños, niñas y adolescentes reflexionen sobre el impacto de sus acciones en los demás. Esta reflexión les ayudará a desarrollar empatía, lo que facilita la comprensión de la necesidad de pedir disculpas. Los adultos pueden guiar a los niños y niñas a pensar sobre cómo se sintió la otra persona al ser afectada por sus acciones con preguntas orientadoras. Por ejemplo, «¿Cómo crees que se sintió la otra persona cuando hiciste eso?» o «¿Qué crees que pudiste haber hecho de manera diferente?». Este tipo de reflexión les permite conectar con las emociones ajenas y fomenta un sentido de responsabilidad y empatía.

Finalmente, es importante que cuando nuestras seeds pidan disculpas, utilicemos palabras positivas y de apoyo al momento de reforzar sus disculpas. Reconocer, validar y agradecer el esfuerzo de pedir disculpas de manera sincera es clave para motivarlos a seguir practicando este comportamiento.

Las familias y growers pueden utilizar frases que destaquen lo positivo del acto de disculparse, como «Gracias por reconocer lo que pasó, has sido valiente» o «Son valiosas para mi tus disculpas». Este tipo de comentarios potencia el acto de disculparse de manera asertiva, mostrando que se valora la acción de reconocer el error y mejorar la relación.

Aprender a disculparse y a perdonar es un regalo que nos ayuda a crecer y fortalecer nuestras relaciones. En Renfort, creemos que cada interacción cuenta, por eso cultivamos espacios donde el diálogo, la empatía y el respeto sean la base de nuestra comunidad.

Una disculpa sincera no solo repara, sino que también construye. ¿Cuántas veces una simple frase como “lo siento” ha cambiado el rumbo de una conversación o ha fortalecido un vínculo? Fomentemos juntos esta valiosa habilidad en los niños y niñas, recordando que el ejemplo es nuestra mejor herramienta.

Bibliografía: 

CARE Perú. (2014). Entendiendo el diálogo. Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2014-00414.

Enright, R. D. (2001). The psychology of interpersonal forgiveness. In M. S. Clark & J. P. Simpson (Eds.), Prosocial behavior(pp. 75-106). Sage Publications.

Fries, B. L., Hoyos, C., & Sanín, C. (2020). Perdón. Rey Naranjo Editores. Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición.

McCullough, M. E., & Worthington, E. L. (1999). Unforgiveness and forgiveness: Theoretical and empirical perspectives. In M. E. McCullough, K. I. Pargament, & C. E. Thoresen (Eds.), Forgiveness: Theory, research, and practice (pp. 9-38). The Guilford Press.

Percaz Four-Pome, M. (2008). El poder de la disculpa sincera / The power of a genuine apology. Revista de Mediación, 1(1), 15-28.

Escrito por: Sofía Rodríguez Rebolledo, Grower de Renfort

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