Llegan las vacaciones escolares y algunos padres enfrentan un dilema emocional, primero de felicidad porque ya no deben madrugar más y luego de angustia, porque no saben qué hacer con sus hijos/as todo el día en casa.
La educación en casa puede ser desafiante, por eso, la rectora del Colegio Personalizado Renfort, Alexandra Parra, nos comparte 3 tipos de actividades que podemos explorar junto a nuestros hijos/as durante las vacaciones. Rutinas fáciles, educativas, constructivas y lo mejor, que nos ayudarán a fortalecer en familia, habilidades que todos podemos realizar en casa.
Antes de comenzar, es importante tener en cuenta que nosotros como padres, tutores o acudientes de nuestros hijos/as somos la fuente de información para ellos, somos las personas responsables de que nuestros niños/as se encuentren en un espacio agradable y seguro.
Rutinas emocionales:
Pasar tiempo de calidad con nuestros hijo/a, no corresponde al tiempo que sobra del trabajo, ni al que me gustaría compartir, sino que es el tiempo que necesitan los niños y las niñas. En el día a día de cada familia, los tiempos de hijos/as y padres no siempre están ajustados, por esto es necesario enseñarles en qué momento del día, podemos coincidir para pasar tiempo juntos.
Apoyándonos de un tablero o cartulina que podamos ubicar en un lugar visible del hogar, vamos a dibujar o escribir el compromiso del día y la hora en la que vamos a cumplir el acuerdo de pasar un tiempo juntos, por ejemplo, el próximo viernes en la tarde vamos a compartir un juego de mesa juntos; el sábado en la mañana vamos a preparar un pastel de chocolate para la abuela juntos, mañana en la tarde vamos a ir a comer un helado juntos.
Establecer este compromiso en un lugar en el que los niños lo puedan encontrar será como firmar un compromiso que todos podemos recordar y ayudará a dar claridad a nuestros niños del tiempo en que en familia podemos compartir una actividad juntos.
Si nosotros como familia no cumplimos un acuerdo emocional, el niño o la niña va a sentirse inseguro/a y entenderá que no es importante cumplirlo, si mamá o papá no lo hacen, ¿por qué yo sí debo hacerlo?
Rutinas de aprendizaje
Son las rutinas que conllevan a reforzar o aprender una nueva habilidad o conocimiento, utilizadas en educación en casa. Para establecer estas rutinas, vamos a nombrar en la misma cartulina o tablero de la rutina anterior, tipo de actividad que queremos que realicen nuestros hijos de forma autónoma en un tiempo determinado. Por ejemplo, queremos enseñarles a construir el hábito de la lectura y para ello, no podemos simplemente darle un libro para que lea, probablemente no lo haga, pero si podemos guiar y dar indicaciones para que desarrollen victorias cercanas que sean rápidas y alcanzables: “hoy vas a leer 5, 10, 20 hojas, o 1, 2, 3 capítulos de libro. Son metas alcanzables que nuestros hijos pueden lograr y los hará sentirse seguros y motivados para realizar una nueva actividad.
En las y los adolescentes podemos buscar un curso gratuito en línea en donde puedan reforzar un tema que sea de su interés, por ejemplo un curso de diseño en 3d, programación para videojuegos, diseño gráfico, etc…
Son actividades que pueden realizar en un momento del día y que les permitirá tener un tiempo de aprendizaje durante las vacaciones.
Rutinas conductuales
Son las que nos permiten ordenar el día a día, generar hábitos y responsabilidades que perduran en el tiempo.
Por ejemplo: tender la cama, bañarse y vestirse, organizar los juguetes, alimentar a las mascotas, preparar un snack.
Ponerle obligaciones a los niños/as no tiene que ser una imposición. Ahora bien, acá es importante que papá y mamá sean flexibles, se llenen de paciencia y no esperen que los niños realicen estás rutinas tal cuál como ustedes lo harían, por lo menos al principio no será así.
Decir frases como: “Eso te quedó terrible, así no se hace, ves que yo lo hago mejor que tu”, son palabras que los imposibilita, les resta confianza y no tendrán un efecto positivo para los niños.
En la medida en que seamos coherentes con el ejemplo nuestros hijos/as serán solidarios y capaces de apoyar cada vez más, con distintas labores del hogar.
En la medida en que seamos coherentes con el ejemplo nuestros hijos/as serán solidarios y capaces de apoyar cada vez más, con distintas labores del hogar.
Por último, familias recuerden, estas rutinas son acuerdos que hacemos juntos, son compromisos que se deben hacer cumplir, por esto es importante que se pueda plasmar en un lugar en donde todos los miembros lo puedan recordar.