Los fanáticos del orden, o los que han perseguido esa meta en sus vidas, se han encontrado con la fortuna no solo de encontrarse con gente como ellos, sino además de encontrar personas influyentes en el mundo que le han apostado al orden, no solo como fuente de satisfacción sino como fuente de felicidad. Mary Kondo es una de ellas. Escritora, empresaria y consultora de organización japonesa, ha sido uno de los símbolos más importantes durante la última década en temas de organización. Ella tiene un método ya probado que puede ayudar a las personas a lograr orden en cualquier aspecto de su vida incluyendo la academia.
Para Mary Kondo, tener un espacio limpio y ordenado, ayuda a ser más productivo y a que la mente también lo esté. Konmari es su método organizacional, se basa en la idea de que se es más feliz si los objetos del entorno están en orden. Este método nos permite profundizar en nuestro desarrollo personal, mejorar la habilidad para tomar decisiones, reconocer nuestros valores y afinar nuestro concepto de felicidad.
Y… ¿cómo hacer para que nuestr@s hij@s adopten este método?
Los padres y los hijos se agotan de vivir bajo la tensión del castigo y el grito. Lo que para ti es un cuarto ordenado puede no coincidir con lo que ellos entienden por orden, así que deja por escrito lo que tienen que hacer, por ejemplo: cuélgalo en el corcho, en la puerta del armario o en algún lugar visible y añade el horario en el que tiene que estar hecho. No es lo mismo ir al colegio y dejar la cama hecha, que hacerla media hora antes de acostarse.
L@s niñ@s disfrutan cuando nos sentimos orgullos@s de ell@s porque les encanta impresionarnos. Así que cuando recojan y ordenen, reconócel@ , todo lo que se refuerza tiende a repetirse, pero además deja que su habitación tenga algo de su personalidad, permite que tengan un margen para su “desorden”.
Trata de cumplir con lo mismo que le exiges a ellos. Organizar restaura el equilibrio entre las personas, sus posesiones y su hogar y pone en orden tu vida.
¡Vamos a intentarlo junt@s!